Dos cangrejos, uno muy grande y viejo, otro más
pequeño y jovencito, salían a menudo juntos de paseo. Iban por la playa seguros
de despertar la admiración de tantos y tantos animalitos marinos.
Un día, el cangrejo más grande vio cómo su compañero
andaba de lado. ¡Qué vergüenza ir en compañía de semejante zoquete! ¡Qué
pensarían los demás de él!
-¿Por qué no andas como los demás cangrejos, estúpido?
-dijo a su compañero.
Este no respondió nada, pero observó que su amigo también
andaba de lado.
«No conviene fijarse en los defectos de los demás, porque seguramente
también nosotros estamos llenos de ellos.»
0.999.5 anonimo fabula
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