Siete cabritas vivían en una casita junto al bosque.
Un día que doña Cabra tuvo que ir al pueblo les dijo:
-Hijas mías, cerrad bien puertas y ventanas, no
salgáis por ningún motivo y, sobre todo, no abráis la puerta a nadie.
-Descuida, mamá. Vete tranquila -respondió la mayor de
las cabritas.
Apenas vio don Lobo que doña Cabra se alejaba, se
acercó y llamó a la puerta fingiendo ser un pobre y desfallecido osito perdido.
Una de las cabritas miró por un agujero y vio sorprendida que era don Lobo. Sin
tardar mucho le tiró un cubo de agua hirviende desde una ventana del piso de
arriba. Don Lobo se tuvo que y estuvo en cama un tiempo debido al resfriado que
cogió aque día. Cuando su madre llegó, encontró a las siete cabritas sanas y
salvas. Y el lobo nunca volvió.
«Obedece a tu madre, que bien sabe lo que hace.»
0.999.5 anonimo fabula
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