Perrita llevaba días sin comer. Aunque le preparaban los
platos más exquisitos, no probaba bocado.
El tiempo pasaba y ella cada vez estaba mas flaca. Un
día llegó al pueblo un perro vagabundo que, enterado del problema, pidió a los
padres de Perrita que la dejaran ir con él. El perro vagabundo y Perrita se
pasaron varios días juntos. El comía siempre lo que le apetecía, pero no dejaba
que ella probara bocado. Cuando ella regresó a casa estaba hambrienta. Devoró
todo que le dieron.
«Si te falta la comida el hambre vendrá enseguida.»
0.999.5 anonimo fabula
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