Una tarde, don Gato fue a visitar a doña Gallina, que
estaba en cama muy enferma. Pero lo que de verdad quería era comérsela.
«Cuando se duerma izas!, me la como en un santiamén»,
pensaba don Gato.
Doña Gallina, que era muy lista, adivinó lo que
tramaba don Gato y tramó un plan.
-iAaay! ¿Podría hervir agua? La necesito para mis
pies. ¡Los tengo tan fríos! -pidió doña Gallina fingiendo estar enferma.
El gato lo hizo y le llevó el agua hervida. Cuando la
tuvo cerca dio un fuerte aletazo y salpicó con agua hirviendo la cola de don
Gato. Este salió corriendo aullando de dolor. Nunca más volvió a visitar a doña
Gallina.
«Las malas ideas dan malos resultados.»
0.999.5 anonimo fabula
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