Mariposilla no tenía amigas, pues se burlaba de las
que se acercaban a ella por ser feas.
-Sí, Mariposilla, eres hermosa, pero no usas esta
cualidad como debieras. Al final, si no cambias de actitud te destruirá -le
previno un sapo sabio.
Aunque Mariposilla no hizo caso, se apoderó de ella
una ligera inquietud. Respetaba a ese sabio y temía que tuviera razón, pero
zonsiguió alejar esos pensamientos de su mente y siguió como siempre.
Un día, la profecía se cumplió. Un niño muy listo la
sorprendió con su caza-mariposas y se apoderó de ella. ¡Qué triste es ver a
Mariposilla atravesada por un alfiler y añadida a la colección del muchacho!
«Al final, cada uno tiene lo que realmente se merece.»
0.999.5 anonimo fabula
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