A Ranita le gustaba tanto llamar la atención que no
dudaba en hacer todo tipo de cosas raras y tontas para que la vieran.
-¿No crees que es un poco absurdo vivir para hacer
reír a los demás? -le decía su madre con mucha paciencia.
Ranita no hacía caso y seguía con sus tonterías
llamando la atención.
Antes de tirarse al agua hacía mil piruetas
innecesarias, todo para arrancar un «¡oh!» de admiración a todos los presentes.
Pasó el tiempo y sus extravagancias cada vez hacían
menos gracia a la gente. Ranita se deprimió y estuvo encerrada en su casa
durante una temporada.
Ahora Ranita actúa de manera distinta. Ya no vive para
hacer reír a los demás sino para hacer cosas útiles para ella misma.
«No es necesario hacer tonterías para que te admiren.»
0.999.5 anonimo fabula
No hay comentarios:
Publicar un comentario