Flora era una ovejita amante de la naturaleza. Cuando se
hizo mayor se puso a trabajar en un parque municipal. Cuidaba los macizos de
flores con amor ilimitado y los visitantes del porque no daban crédito a lo que
veían. ¡Qué belleza!
Un día, una terrible granizada destruyó las flores que
cuidaba y Flora quedó desolada. Nunca había tenido un disgusto tan grande.
Siguió una lluvia que duró varias jornadas y arrasó la región, y se quedó sin
trabajo.
-¿Qué voy a hacer ahora si lo único que sé hacer es
cuidar de las flores y de las plantas? -se preguntó Flora angustiada.
Al verla tan triste, los pajarillos volaron hasta las
nubes y les pidieron que se marcharan. Estas, conmovidas por el canto de los
pájaros, se fueron lejos y cesó la lluvia. El sol salió de nuevo y Flora volvió
al parque a trabajar, feliz y contenta.
«Si ayudáis a la Naturaleza ella hará lo mismo con vosotros.»
0.999.5 anonimo fabula
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