Translate

jueves, 7 de noviembre de 2013

Las hormigas bondadosas

Numerosas hormigas pasaban el duro y frío invierno en una cálida y acogedora casa y en ella descansaban por la noche junto a la lumbre.
Escucharon unos leves golpes en la puerta, se apresuraron a abrir y descubrieron a Cigarrita desmayada sobre la nieve. Rápidamente la invitaron a entrar.
Con el calor de la lumbre, Cigarrita fue entrando en calor.
-No te preocupes Cigarrita. Estás en mi refugio -la tranquilizó Hormiguita muy sonriente.
Cigarrita, avergonzada de su pasada conducta, prometió cambiar de vida. Entre tanto, ¿qué podía hacer para corresponder a los cuidados de sus anfitrionas?
-Bastará con que te encargues de hacer la comida y de barrer el hormiguero -le dijo Hormiguita, satisfecha y contenta por el cambio observado en su vieja amiga.
Cigarrita, muy emprendedora, fue desde ese momento una estupenda servidora del hormiguero. Ayudaba a sus amigas a recolectar alimentos e incluso las llevaba sobre sus alas si recorrían grandes distancias. ¡Ah! También supo amenizar las veladas ante la lumbre con su alegría y sus canciones.

«Hay que saber recapacitar y agradecer los favores recibidos.»

0.999.5 anonimo fabula 

No hay comentarios:

Publicar un comentario