Rayo era la liebre más veloz del bosque. Siempre
presumía y alardeaba de sus cualidades. Ella decía:
-Nadie puede vencerme en una carrera. Todos parecéis
tortugas. Soy con diferencia la más veloz.
En ese momento apareció doña Tortuga. Al verla, Rayo
se dirigió a ella y se burló riéndose:
-Mirad quién viene, la tortuga más lenta y torpe del
mundo. Nadie puede ir más despacio que ella.
Rayo tenía la costumbre de pasar a toda velocidad
rozando a los animales desprevenidos, que normalmente acababan en el suelo.
Deseosa de humillar a doña Tortuga, la rozó e hizo que quedara patas arriba.
Aunque los presentes intentaron disimular, al final
acabaron por estallar en sonoras carcajadas.
«No presumas de tus cualidades riéndote de los que no las tienen.»
0.999.5 anonimo fabula
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