Una viuda muy laboriosa tenía unas
jóvenes criadas a las que despertaba por la noche al canto del gallo para
empezar el trabajo. Ellas, extenuadas siempre de fatiga, resolvieron matar el
gallo de la casa por ser él a sus ojos el causante de su desgracia, puesto que
despertaba a su señora antes de que abriese el día.
Mas ejecutado el propósito se
encontraron con que habían agravado su mal, porque su señora, no teniendo el
gallo que le indicaba la hora, las hacía levantar antes para ir al trabajo.
Nunca creas que la causa de tus problemas es lo que
primero se atraviesa ante tus ojos. Piensa en qué sucedería si eliminas lo que
estás viendo como posible causa.
1.023.5 Esopo
No hay comentarios:
Publicar un comentario