Había una vez un zorro al que le gustaba cantar... y cazar
gallinas. Iba a la puerta del gallinero y cantaba hermosas canciones por las
noches.
Cuando una gallina asomaba la cabeza, izas!, recibía
un garrotazo por parte del zorro. Así un día tras otro, hasta que el gallo
encargado del gallinero se lo dijo a un bondadoso gato que vivía cerca y éste
decidió dar una lección al zorro.
Una tarde se decidió a llevar a cabo su plan. Sin dudarlo
ni un momento, cogió un palo y se encaminó hacia la casa del zorro. Cuando
llegó hasta ella comenzó a cantar debajo de su ventana. El zorro, sintiendo una
enorme curiosidad ante aquel sonido, asomó la cabeza.
-¿Quién canta una canción tan bonita?
Nunca lo supo, porque el gato le atizó un garrotazo, y
así terminaron las aventuras del zorro y sus canciones.
«La curiosidad es mala consejera y la gula, peor compañera.»
0.999.5 anonimo fabula,
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