Un gato vivía en una casa donde había muchos ratones,
por lo que nunca le faltaba comida. Un día se dio cuenta de que ya no podía
cazar ratones como antes y decidió convertirse en un gato mendigo.
Al verlo tan bonachón, todos empezaron a quererle,
excepto una vieja rata muy desconfiada.
Un día, una liebre y un gorrión peleaban por subirse a
un tronco podrido. El gato les dijo:
-¿Por qué peleáis? Yo arreglaré la cuestión.
Mientras hablaba se iba acercando a ellos para atraparlos
al primer descuido. La vieja rata, viendo lo que se proponía, dio un chillido.
La liebre y el gorrión huyeron. Ella hizo lo mismo y el gato se quedó sin
comida.
«Más vale prevenir que lamentar.»
0.999.5 anonimo fabula,
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