Había un león tan grande y tan malo que sólo se
divertía asustando a los demás animales. Como podéis suponer, todo el mundo
estaba aterrorizado y nadie se atrevía a salir de su casa.
La situación iba de mal en peor, así que se convocó
una reunión para tomar medidas.
Pronto se llegó a un acuerdo. Era preciso excavar un
gran hoyo en medio de la selva y cubrirlo con ramas secas para que el león
cayera en la trampa y no saliera de allí.
Días después se oyeron unos rugidos. Era el león, que
se había caído en el hoyo y pedía ayuda para salir. Todos se rieron mucho al
ver la cara de susto del león. Al final, le ayudaron a salir después de
prometer que no volvería a asustar a nadie.
«El que sin pensar asusta a los demás no será feliz jamás.»
0.999.5 anonimo fabula,
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