Cervatillo era muy caprichoso. Cuando supo la llegada
de su prima se enfadó mucho. Era una cervatilla muy simpática y desde el
principio todos la colmaban de atenciones.
Los celos de Cervatillo crecieron hasta hacerse
intolerables.
«Estropearé la planta que tanto gusta a mamá y le
echaré la culpa a ella», se dijo a sí mismo Cervatillo. Y así lo hizo.
La mamá de Cervatillo se enfadó mucho, pero su prima,
llena de valentía, dijo:
-Yo he roto la planta, tía. Lo siento.
Ella sabía quién había sido el autor de la fechoría,
pero no quería que castigasen a Cervatillo. Este, avergonzado, contó la verdad
y desde ese día fue un cervatillo bueno.
«Perdona a los que se portan mal.»
0.999.5 anonimo fabula,
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