Koki, una chimpancé muy simpática, vivía en África. Un
día conoció a Rufi, un chimpancé anciano que se acercó y se pusieron a
conversar. Hablaron durante horas.
-Estamos rodeados de maravillas que no sabemos
apreciar. Observa atentamente a tu alrededor; entonces tu vida cambiará -le
aconsejó Rufi.
Aunque no volvió a verle, Koki siempre se acercaba al
mismo lugar y pensaba en lo que le había dicho su amigo.
-Sí, vi a Rufi sólo una vez. Sin embargo, me dio el
mejor consejo de mi vida -dice Koki.
«Escucha a los ancianos, porque ellos son los que saben y te pueden
enseñar.»
0.999.5 anonimo fabula,
No hay comentarios:
Publicar un comentario