La granada y el manzano disputaban
sobre quien de ellos era el máximo.
Cuando la discusión estaba en lo
más ardiente, un espino, desde su vecindad alzó su voz diciendo severamente:
-Por favor, mis amigos, en mi
presencia, al menos déjense de esas vanas discusiones.
Quien tiene el poder de castigar, termina siendo el
máximo.
1.023.5 Esopo
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