Se acerca el cumpleaños de la hormiga, que es muy
querida por sus vecinas, sobre todo por la araña que piensa qué regalo le hará.
Como la hormiga es muy trabajadora, tiene de todo, así que no es sencillo.
«¡Qué difícil es escoger un regalo para ella!», piensa
la araña, y decide no preocuparse ni pensar más en ello, seguro que se le acaba
ocurriendo algo.
El día antes del cumpleaños de la hormiga, ie araña la
ve pasar delante de su casa arrastrando una pesada manzana.
-¡Ya sé! Puedo comprarle una bolsa en la que quepan
esas manzanas y otras más grandes -piensa la araña.
El regalo fue realmente oportuno, pues era lo que su
amiga necesitaba de verdad. Tanto le gustó a la hormiga que ésta, conmovida,
le dice agradecida:
-Amiga araña, no hay nada como la amistad. Gracias por
tu bonito regalo.
«Pensar para saber regalar.»
0.999.5 anonimo fabula,
No hay comentarios:
Publicar un comentario