Cuando Zeus modeló al hombre, le
dotó en el acto de todas las inclina-ciones pero olvidó dotarle del pudor.
No sabiendo por dónde introducirlo,
le ordenó que entrara sin que se notara su llegada. El pudor se revolvió contra
la orden de Zeus, mas al fin, ante sus ruegos apremiantes, dijo:
Está bien, entraré; pero a
condición de que Eros no entre donde yo esté; si entra él, yo saldré enseguida.
Desde entonces a Eros y el pudor no se les volvió a ver
juntos.
1.023.5 Esopo - 000
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