Los hijos de un labrador vivían en
discordia y desunión. Sus exhortaciones eran inútiles para hacerles mudar de
sentimientos, por lo cual resolvió darles una lección con la experiencia.
Les llamó y les dijo que le
llevaran una gavilla de varas. Cumplida la orden, les dio las varas en haz y
les dijo que las rompieran; mas a pesar de todos sus esfuerzos, no lo
consiguieron. Entonces deshizo el haz y les dio las varas una a una; los hijos
las rompieron fácilmente.
-¡Ahí tienen! les dijo el padre. Si
también ustedes, hijos míos, permanecen unidos, serán invencibles ante sus
enemigos; pero estando divididos serán vencidos uno a uno con facilidad.
Nunca olvides que en la unión se encuentra la fortaleza.
1.023.5 Esopo - 000
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