Mal contento de su suerte
Un pez volador decía:
-Madre, ¿cómo de la muerte
Precaverme yo podría?
Temo al águila rapante
Cuando en los aires me elevo,
Y al tiburón devorante
Si al profundo del mar llego.
Su anciana madre le dijo
Para calmar su aflicción:
-¡Quién en este mundo, hijo,
No es águila o tiburón!
Sólo este medio tomando
Podrás el riesgo evitar:
«Cerca del aire nadando.
O volando junto al mar.»
Libro
4 – Fabula LIV
1.089.5 Claris de florian, jean pierre - 032
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