Decidieron un día los bueyes
destruir a los carniceros, quienes, decían los bueyes, estaban acabando con su
gremio.
Se reunieron entonces para llevar a
cabo su objetivo, y afilaron finamente sus cuernos.
Pero uno de ellos, el más viejo, un
experimentado arador de tierras, les dijo:
-Esos carniceros, es cierto, nos
matan y destrozan, pero lo hacen con manos preparadas, y sin causarnos dolor.
Si nos deshacemos de ellos, caeremos en manos de operadores inexpertos y
entonces sí que sufriríamos una doble muerte. Y les aseguro, que aunque ya no
haya ni un solo carnicero, los humanos seguirán buscando nuestra carne.
Nunca trates
de cambiar un mal por otro peor.
1.023.5 Esopo - 000
No hay comentarios:
Publicar un comentario