El rinoceronte y el dromedario

Cierto rinoceronte

Decía a un dromedario:

-¿En qué consiste, amigo,

Que el hombre estime tanto

A toda vuestra especie,

Que os trate con regalo,

Y que se crea rico

Si os ve multiplicaros?

Dirásme que vosotros

Andáis siempre cargados

Con sus mujeres, hijos,

Baúles y otros trastos:

Dirás además de esto

Que sois ligeros, mansos,

Incansables y sobrios;

Es fuerza confesarlo.

Pero también es cierto

(No trato de ultrajaros)

Que, a más de ser nosotros

Capaces de otro tanto,

De nuestros cueros fuertes

Pueden salir armados

En los combates fieros;

Y el hombre, sin embargo,

Con odio nos persigue

A todos inhumano.

-Amigo, le replica

El sabio dromedario:

Nosotros aprendimos

A hincar a nuestros amos

Humildes la rodilla.

He aquí todo el arcano.

Libro 2 – Fabula XIX

1.089.5 Claris de florian, jean pierre - 032