Vieron unos perros hambrientos en
el fondo de un arroyo unas pieles que estaban puestas para limpiarlas; pero
como debido al agua que se interponía no podían alcanzarlas decidieron beberse
primero el agua para así llegar fácilmente a las pieles.
Pero sucedió que de tanto beber y
beber, reventaron antes de llegar a las pieles.
Ten siempre cuidado con los caminos rápidos, pues no
siempre son los más seguros.
1.023.5 Esopo - 000
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