Paseaba un filósofo moderno
un bosque muy sombrío,
Considerando el fruto miserable
De su estudio prolijo:
Cuando en lo más espeso
Vio acosado de pájaros distintos
A un infelice búho.
-Es un traidor, decían, un impío;
Un enemigo fiero de la patria.
Que se le pele vivo,
Uno añadió: sí, sí, pelado sea,
Clamaron los demás; y de improviso,
Sobre la pobre bestia
Se arrojó el escuadrón enfurecido.
En vano con razones
Enternecerles el cuitado quiso;
Pues a no condolerse
De su duro conflicto
El piadoso filósofo, muriera
Desollado en sus garras y sus picos.
Pero, en fin, ahuyentando
A aquellos implacables, enemigos:
-¿Por qué así conspiraban
Contra tu vida esos traidores? dijo.
¿En qué les ofendiste?
-Señor, le respondió el animalito:
Ver más que ellos de noche,
Este mi crimen y su ofensa ha sido.
El sabio y virtuoso
Fue siempre de los malos perseguido.
Libro
2 – Fabula XXVI
1.089.5 Claris de florian, jean pierre - 032
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