Rendían unos hacheros un pino y lo
hacían con gran facilidad gracias a las cuñas que habían fabricado con su
propia madera.
Y el pino les dijo:
-No odio tanto al hacha que me
corta como a las cuñas nacidas de mí mismo.
Es más duro el sufrimiento del daño que nace de uno mismo
que del que proviene de afuera.
1.023.5 Esopo - 000
No hay comentarios:
Publicar un comentario