Don Chacal invitó a su amigo don Oso a pasar unos días
en la montaña. Cuando llegaron todo estaba cubierto de nieve.
-¡Vamos a esquiar! -propuso don Chacal.
Don Oso no sabía esquiar y se caía muy a menudo.
Cuando don Chacal lo veía caído sobre la nieve no podía evitar reírse y burlarse
de lo patoso que era su amigo
Don Chacal esquiaba a gran velocidad y un día,
haciendo una demostración de su habilidad, se rompió una pata.
Don Oso, muy solícito, lo llevó corriendo al hospital
y allí le escayolaron la pata.
Don Chacal tuvo que ver la nieve durante un par de
semanas desde la ventana del hospital, pero su amigo le visitaba todos los días
y ¡hasta le hizo un muñeco de nieve delante de la ventana de su habitación!
«Los buenos amigos no son rencorosos.»
0.999.5 anonimo fabula
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