Guepardín y Leopardín son grandes aficionados a los experimentos.
Quieren probar sus nuevos polvos pica-pica y se los echan a Elefantín, un
compañero nuevo, para ver si funcionan de verdad.
Cuando Elefantín respira los polvos le hacen efecto al
instante: empieza a rascarse frenéticamente y a dar saltos en clase, armando un
gran revuelo. Después tose y lagrimea, el pobre lo está pasando muy mal.
Don Búho, el profesor, castiga a toda la clase sin
recreo menos a Elefantín. Guepardín y Leopardín se levantan y dicen que han
sido ellos, para que no castigue a todos sus compañeros injustamente.
Arrepentidos, deciden dedicar su ingenio a cosas provechosas para los demás y
no molestar a los otros con sus experimentos.
«No dejes que echen la culpa a quien no la tiene.»
0.999.5 anonimo fabula
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