Hace mucho frío y Perrita se ha acatarrado; aunque a
ella le gusta salir y corretear, su madre no la deja salir ni siquiera al
jardín a jugar para que no coja más frío. Por eso Perrita está muy triste y
pasa horas asomada a la ventana.
De pronto, algo llamo su atención. Un hombre vestido
de una forma muy rara, con pajarita de color amarilla, chaqué de color rojo,
pantalones azules y calcetines de rayas, pasa por delante de su ventana tocando
la guitarra y haciendo cabriolas.
Perrita (que tiene los oídos taponados por el catarro)
no oye nada, pero se divierte mucho. Pasado un rato, el hombre se va, y Perrita
ya no está triste.
«Anima siempre a los que sufren.»
0.999.5 anonimo fabula
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