Encontró un lobo a una cabra que
pastaba a la orilla de un precipicio. Como no podía llegar a donde estaba ella
le dijo:
-Oye amiga, mejor baja pues ahí te
puedes caer. Además, mira este prado donde estoy yo, está bien verde y crecido.
Pero la cabra le dijo:
-Bien sé que no me invitas a comer
a mí, sino a ti mismo, siendo yo tu plato.
Conoce siempre a los malvados, para que no te atrapen con
sus engaños
1.023.5 Esopo - 000
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