Protegido por la seguridad del
corral de una casa, un cabrito vio pasar a un lobo y comenzó a insultarle,
burlándose ampliamente de él. El lobo, serena-mente le replicó:
-¡Infeliz! Sé que no eres tú quien
me está insultando, sino el sitio en que te encuentras.
Muy a menudo, no es el valor, sino la ocasión y el lugar,
quienes proveen el enfrentamiento arrogante ante los poderosos
1.023.5 Esopo - 000
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