Cerca del Polo Norte vivían dos pingüinos que, sin
conocerse, se consi-deraban enemigos. Cada vez que pasaban uno al lado del otro
intercambiaban miradas de odio. Un día coincidieron en un baile de disfraces.
Como llevaban máscara no se reconocieron y empezaron a hablar.
-Este baile de disfraces es muy bonito -dijo uno.
-Sí, vendrían bien unos cuantos bailes de éstos al año
-comentó el otro.
Al cabo de algunas horas eran amigos. Cuando, ya
terminado el baile, se quitaron las máscaras, descubrieron que ya se conocían.
Y se rieron. Les hacía gracia el recuerdo de su absurda enemistad.
«No te hagas enemigo de quien puede ser tu amigo.»
0.999.5 anonimo fabula
No hay comentarios:
Publicar un comentario