Un lobo fue elegido rey entre sus
congéneres y decretó una ley ordenando que lo que cada uno capturase en la
caza, lo pusiera en común y lo repartiese por partes iguales entre todos; de
esta manera ya no tendrían los lobos que devorarse unos a otros en épocas de
hambre.
Pero en eso lo escuchó un asno que
estaba por ahí cerca, y moviendo sus orejas le dijo:
-Magnífica idea ha brotado de tu
corazón, pero ¿Por qué has escondido todo tu botín en tu cueva? Llévalo a tu
comunidad y repártelo también, como lo has decretado.
El lobo, descubierto y confundido,
derogó su ley.
Si alguna vez llegas a tener poder de legislar, sé el
primero en cumplir tus propias leyes
1.023.5 Esopo - 000
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