Cierta vez un lobo, después de
capturar a un carnero en un rebaño, lo arrastraba a su guarida.
Pero un león que lo observaba,
salió a su paso y se lo arrebató.
Molesto el lobo, y guardando
prudente distancia le reclamó:
-¡Injustamente me arrebatas lo que
es mío!
El león, riéndose, le dijo:
-Ajá; me vas a decir seguro que tú
lo recibiste buenamente de un amigo.
Lo que ha sido mal habido, de alguna forma llegará a ser
perdido
1.023.5 Esopo - 000
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