Don León había dejado de ser el rey de la selva por
razones de edad, pues ya era un anciano. Cuando se retiró, dejó un buen
recuerdo entre sus súbditos.
Pero añoraba el pasado y de nada servían as visitas
que le hacían los amigos.
-No se ponga así, don León -le decía un león joven.
Usted siempre será alguien importante pues reinó con justicia.
Don León comprendió que hay que vivir el presente. De
nada vale buscar consuelo en los recuerdos pues la vejez es tan bonita como la
juventud. Todo depende de nuestra actitud hacia ella.
«Llegar a viejo produce gran satisfacción.»
0.999.5 anonimo fabula
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