Ofelia era una gansa muy divertida. Todos los días se
reunía con su pandilla para jugar y tenía largas tertulias con sus amigos, pues
era una gran conversadora y le agradaban la compañía y las opiniones de los
demás. Pero una tarde conoció a un apuesto ganso, se enamoró de él y, desde
entonces, ya no volvió a quedar con sus amigos.
Al cabo de un tiempo, su novio le dijo un día:
-No debes abandonar a tus amistades. La vida se
compone de muchas cosas y la amistad es muy importante. Por muy felices que
seamos juntos, es bueno ver a los amigos.
Ofelia, arrepentida de su cambio de actitud, volvió de
vez en cuando a ver a sus amigos, aunque ya nunca volvió a ser como antes, pues
no se divertía tanto.
«Aunque te enamores no olvides a los buenos amigos.»
0.999.5 anonimo fabula
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