Orejitas es bueno y amable, aunque a veces se olvida
de las cosas.
-Vete a buscar a papá y dile que la comida está lista
-le pide su madre.
Por el camino se encuentra a sus amigos y se pone a
jugar con ellos. Orejitas está tan distraído y se está divirtiendo tanto que al
final se olvida del encargo.
Pasa el tiempo y su madre se impacienta. Sale en busca
de Orejitas:
Cuando la ve, Orejitas recuerda el encargo y, temiendo
un castigo, dice:
-¡Lo siento, se me ha olvidado! ¡Perdóname!
Mamá Coneja, muy comprensiva, sabe que ha sido un
olvido involuntario. De todas formas, cada vez que a Orejitas se le olvide un
encargo hará un nudo con sus largas orejas. Así se acordará de que hay que
hacer los encargos.
«Si tu memoria te falla, busca algún truco que valga.»
0.999.5 anonimo fabula
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