Un ratón de tierra se hizo amigo de
una rana, para desgracia suya.
La rana, obedeciendo a desviadas
intenciones de burla, ató la pata del ratón a su propia pata. Marcharon
entonces primero por tierra para comer trigo, luego se acercaron a la orilla
del pantano. La rana, dando un salto arrastró hasta el fondo al ratón, mientras
que retozaba en el agua lanzando sus conocidos gritos.
El desdichado ratón, hinchado de
agua, se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana. Los vio un milano
que por ahí volaba y apresó al ratón con sus garras, arrastrando con él a la
rana encadenada, quien también sirvió de cena al milano.
Toda acción que se hace con intenciones de maldad, siempre
termina en contra del mismo que la comete.
1.023.5 Esopo - 000
No hay comentarios:
Publicar un comentario