Un pescador que también tocaba
hábilmente la flauta, cogió juntas sus flautas y sus redes para ir al mar; y
sentado en una roca saliente, púsose a tocar la flauta, esperando que los
peces, atraídos por sus dulces sones, saltarían del agua para ir hacia él
Mas cansado al cabo de su esfuerzo
en vano, dejó la flauta a su lado, lanzó la red al agua y cogió buen número de
peces. Viéndoles brincar en la orilla después de sacarlos de la red, exclamó el
pescador flautista:
-¡Malditos animales: cuando tocaba
la flauta no tenían ganas de bailar, y ahora que no lo hago parece que les dan
cuerda!
Muchas veces no actuamos de acuerdo a las circunstancias
que nos rodean, sino desatiempados o desubicados. Procuremos siempre estar bien
situados.
1.023.5 Esopo - 000
No hay comentarios:
Publicar un comentario