Un oso hacía la vida imposible a todos los habitantes
del bosque. No paraba de molestarlos. En invierno los pobres animales descansaban
y el oso se retiraba a su cueva a dormir. Un día, el zorro propuso a los demás
animales una solución.
-Ahora que el oso está durmiendo, pongamos delante de
su cueva un cuadro con un paisaje nevado -les dijo.
Así lo hicieron, y cuando el oso despertó de su
letargo invernal vio que todo estaba nevado y que todavía no había terminado el
invierno y volvió a dormirse. Y pasaron varios años. A fuerza de dormir, el oso
murió sin darse cuenta y los animales del bosque pudieron disfrutar nuevamente
de una vida libre y feliz.
«Al listo que fastidia le va mal en su vida.»
0.999.5 anonimo fabula,
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