Los domingos el señor Avestruz quiere ver el partido
de fútbol, mientras que la señora Avestruz quiere ver la novela. Gritos, platos
rotos, amenazas... Los vecinos ya están acostumbrados a esas broncas enormes y
todos se ponen tapones en los oídos.
Hoy ha habido suerte. La televisión se ha estropeado y
no hay motivo para que el matrimonio se pelee. Ninguno de los dos podrá ver su
programa favorito.
-¡Qué tontos hemos sido! ¡Mira que poner en peligro
nuestra unión por unos tontos programas! -exclama él, al darse cuenta del
motivo por el que peleaban.
-Tienes razón querido. Lo importante es que seamos
felices juntos, así que vamos a dejarla como está y nos vamos al campo a
merendar. ¿Te parece bien que lo hagamos esta misma tarde? -propone ella.
-¡Buena idea! -exclama su marido.
¡Es tan fácil evitar peleas! Sólo es necesario un
poquito de buena voluntad y de atención al otro.
«Sin televisión se acabó el follón.»
0.999.5 anonimo fabula
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