En esto, un gran ciervo pasa junto a él y le dice que
le siga. Es su padre y Ciervito le sigue. Al final llegan a un río. Lo cruzan y
allí multitud de animales los aclaman. Ciervito, angustiado, pregunta:
-¿Dónde está mi madre?
-No te preocupes, voy a salvarla.
Nada más decir esto, el majestuoso ciervo se interna
en el bosque de Abetolandia.
Jamás se ha vuelto a ver a la pareja, pero en el
centro del bosque calcinado se alza un tronco quemado que curiosamente tiene el
mismo aspecto que el majestuoso ciervo y su compañera.
«Unos terminan su camino, pero la vida sigue.»
0.999.5 anonimo fabula
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