Un grupo de pájaros andaba revoloteando sin saber qué
hacer. Por fin, un gorrión propuso jugar al escondite, Mientras un canario
contaba con los ojos cerrados, sus amigos se escondieron. El gorrión conocía un
sitio donde seguro que nadie lo encontraría. Allí se refugió, pero no podía oír
las voces de los demás que le llamaban porque se acercaba una tormenta.
Cuando ya el gorrión, extrañado por la tardanza de sus
compañeros, salió del escondite vio aterrado que la lluvia era tan fuerte que
no podía alejarse de allí. El pequeño gorrión tuvo que pasar la noche solo.
«No debo tener miedo», se decía a sí mismo para darse
ánimos. «Debo valerme por mí mismo y saber esperar.»
Cuando amaneció, dejó de llover y apareció el sol sobre
el horizonte. El pequeño gorrión se había convertida en un ser fuerte y seguro
de sí mismo.
«Las dificultades ayudan a ser valiente.»
0.999.5 anonimo fabula
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