Había una vez un pavo real que no perdía el tiempo
arreglándose el plumaje. Sólo dedicaba algunos minutos diarios a su aseo personal.
Decía en público:
-Algunos de mis colegas no dejan de pavonearse, ¿es
esa la cualidad más importante de un pavo real?
Un día cayó a un estanque una bella mariposa. El pavo
real, que estaba cerca, se lanzó al agua en su ayuda sin pensarlo un momento,
pues no había tiempo que perder. Con gran rapidez la puso a salvo, pero él
empezó a tener problemas. Su cola, ya empapada, pesaba mucho y le arrastraba al
fondo.
Entre tanto, la mariposa fue en busca de ayuda y
pronto nuestro buen pavo real es tuvo fuera de peligro.
-Lo importante es que nos hemos salvado -le dijo el
pavo real a la mariposa.
-Sí, pero tu cola se ha estropeado por mi culpa
-replicó ésta, muy entris-tecida.
-Eso no cuenta, te lo aseguro. Vamos a celebrar
nuestro éxito -le tran-quilizó.
«Hay que valorar lo que uno posee y no dar importancia a lo que no la
tiene.»
0.999.5 anonimo fabula
No hay comentarios:
Publicar un comentario