Un oso muy corpulento y fuerte de decía orgulloso:
-Soy el oso más fuerte del mundo. No hay animal capaz
de vencerme. Soy el mejor.
Para comprobarlo, cuando él no se daba cuenta, todos
buscaban algo que pudiera atemorizarle, pero no conseguían encontrarlo.
Un día estalló una gran tormenta con muchos relámpagos
y truenos que hacían un ruido tremendo en el cielo y lo iluminaban.
Entonces, algunos animalillos pudieron ver llenos de
asombro cómo el gran oso salía corriendo de la cueva aterrorizado y pedía
auxilio dando grandes rugidos. Al fin habían encontrado algo que daba miedo al
gran animal. No era tan valeroso.
«Si uno es valiente no puede ser miedoso.»
0.999.5 anonimo fabula
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