Había una vez un perrito malo que daba tan terribles
consejos a sus amigos, que éstos se volvían tan malos como él. A los padres de
los otros perritos no les gustaba verlo por allí y no dejaban que sus hijos
jugasen con él. El alcalde tuvo que advertir seriamente a Perrito:
-Si continúas dando malos consejos a tus amigos voy a
expulsarte de este pueblo.
Perrito no hizo caso y cada día era mayor el número de
perros delincuentes.
Finalmente, el alcalde expulsó del pueblo a Perrito.
Este, al verse solo y desamparado, comprendió que tenía que cambiar de conducta
si quería llevar una vida honrada y tener amigos. A partir de entonces cambió.
«A veces, nos hace falta recibir una dura lección.»
0.999.5 anonimo fabula
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