Doña Tigresa intentó llevar a Tigrín al colegio y el
pequeño organizó un escándalo enorme. Muy preocupado, consultó el problema con
su amiga doña Zorra.
-Yo lo arreglo -dijo ésta muy resuelta. Mañana, a la
hora de ir al colegio lo dejas jugando delante de casa. Del resto me encargo
yo.
A la mañana siguiente Tigrín se quedó jugando
tranquilamente en el jardín. Creía que ya nunca más volvería a la odiada
escuela. Doña Zorra, disfrazada de brujo, se echó sobre él y lo metió en un
saco.
-Conque no quieres ir al colegio como tus hermanos,
¿eh? ¡Pues voy a comerte!
-¡No, por favor, doña Bruja, no me coma! Yo le prometo
que desde mañana iré solito a clase, sin que nadie me obligue -imploró, de
rodillas, T¡grín con gesto de espanto.
Y desde el día siguiente, Tigrín iba a la escuela antes
que los demás, sin que nadie le acompañara.
«El que se porta mal en algún momento tiene su escarmiento.»
0.999.5 anonimo fabula
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