A un Buey incapaz de
salir por sí mismo de la ciénaga en que se hundía, se le aconsejó que hiciera
uso de una Influencia Política. Cuando la Influencia Política
llegó, el Buey dijo:
-Mi buena amiga, le ruego
que me amarre con fuerza, y deje que la naturaleza siga su curso.
De modo que la Influencia Política
amarró con fuerza la Cabeza
del Buey, y la naturaleza siguió su curso: el Buey fue arrancado de la
ciénaga, primero, y a continuación de su piel. Entonces la Influencia Polí tica
miró por sobre sus hombros la buena carcasa gorda de carne que estaba arrastrando
a su cubil y dijo, con insatisfacción:
-Esto no alcanza a cubrir
lo que habitualmente cobro; me llevaré a casa la primera cuota, y después
retornaré por la piel.
1.007.5 Briece (Ambrose)
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