Brontoff era un dinosaurio que tenía ideas fijas.
Quería ser actor y un día se fue a unos estudios de televisión vestido de
etiqueta. Una vez allí, se metió en la primera sala que encontró. En ese
momento estaban rodando una película del oeste y... ¡qué lío se armó! iBrontoff
se había puesto en mitad del escenario delante de la cámara!
-¡Corten! -gritó don Pato, el director de la película.
Y le dijeron que ser fuera de la sala.
La misma escena se repitió en otras salas de rodaje y
en todas ellas acabo en la calle. Sin desanimarse, Brontoff volvía a intentarlo.
Una vez entró en una sala donde grababan un programa infantil con muchos niños.
Estos, al ver entrar a Brontoff, aplaudieron muchísimo y el director le
contrató como actor de programas infantiles.
«El que la sigue la consigue.»
0.999.5 anonimo fabula,
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