Roncín todos los días organizaba fiestas para invitar
a sus amigos. Cuando se le terminó el dinero, los amigos le abandonaron.
Pasado un tiempo, se convirtió en un famoso caballo de
carreras. Los amigos que le habían abandonado querían volver con él. Roncín
conoció a Cebrón, que parecía querer ser su amigo. Para comprobarlo, dijo a
Cebrón que había perdido su dinero en las apuestas.
-No te preocupes -respondió Cedrón. Te presto lo que
necesites.
Roncín comprendió que Cebrón era sincero. ¡Al fin
había encontrado un verdadero amigo!
«Los que quieren ser tus amigos por egoísmo no merecen tu amistad.»
0.999.5 anonimo fabula,
No hay comentarios:
Publicar un comentario