Un día, Cerdito se encontró una lupa. Como tenía
vocación de detective siempre llevaba la lupa consigo y trataba de buscar por
todas partes huellas y detalles sospechosos. Un día le llegó su oportunidad. Se
había extraviado un polluelo de mamá Gallina. No había regresado de la escuela.
Cerdito cogió su lupa y se puso a buscar huellas por los alrededores. Al cabo
de un rato encontró unas que parecían de pollo y también las de una rata y una
rana. Unos metros más adelante encontró la cartera del pollito. ¡Estaba sobre
la pista! Siguió las huellas y llegó a un claro del bosque.
Allí estaban jugando el pollo, la rata y la rana. Mamá
Gallina se puso muy contenta y prometió a Cerdito que le regalaría la primera
media docena de huevos que pusiera para que se los comiera fritos.
«Sé agradecido cuando alguien te ayude.»
0.999.5 anonimo fabula,
No hay comentarios:
Publicar un comentario